lunes, 26 de mayo de 2008

“Seamos realistas, exijamos lo imposible.” mayo del 68

Hace 40 años se dio una de las mayores movidas estudiantiles en el mundo, el mayo de 1968 nunca va a dejar de ser un referente en la historia francesa, que si bien no tuvo una duración de mas de unos cuantos meses por sus divisiones internas, sus ideas y sus pensamientos aun se sienten en los aires estudiantiles de muchos países, de no dejar que se apoderen de sus sueños y de su imaginación.
Mayo del 68 fue el momento en el que se unieron todos los síntomas del malestar que arrastraba la sociedad francesa, en cabezada por los estudiantes. De una parte, la nueva conciencia social de determinados sectores de la clase media que atraídas por las tesis tercermundistas desde el conflicto de Argelia, y que habían encontrado su proyección en la guerra de Vietnam. Además, el creciente distanciamiento de amplios sectores de la sociedad francesa, respecto del régimen paternalista, y con fuertes vistazos autoritarios del general Charles De Gaulle. Pero al mismo tiempo el alejamiento respecto de la izquierda tradicional, representada fundamentalmente por el Partido Comunista Francés, que se mostraba anclado en una posición acomodaticia dentro del orden social establecido después de la Segunda Guerra Mundial.
En gran parte los primeros visos de disgusto por parte de la sociedad francesa pero sobretodo de los estudiantes se fueron dando poco a poco primero el 22 de marzo de 1968, cuando ocho estudiantes, entre ellos Daniel Cohn-Bendit conocido en todo el mundo como Dany el Rojo, de Nanterre protestaron por el arresto de seis miembros del Comité Nacional de Vietnam y el 22 de abril, cuando 1.500 estudiantes acudieron a una reunión en la Universidad de Nanterre fueron arrestados los 8 implicados en la protesta. Pero una de las mayores causas fue la entrada de policía de varias universidades.
Todo se inició cuando se produjeron una serie de huelgas estudiantiles en numerosas universidades e institutos de París, seguidas de confrontaciones con la universidad y la policía. El intento de la administración de de Gaulle de ahogar las huelgas mediante una mayor carga policial sólo contribuyó a encender los ánimos de los estudiantes, que protagonizaron batallas campales contra la policía en el Barrio Latino y, posteriormente, una huelga general de estudiantes y huelgas diversas secundadas por trabajadores en todo el territorio francés . Las protestas llegaron a tal punto que De Gaulle disolvió la Asamblea Nacional y se celebraron elecciones parlamentarias anticipadas el 23 de junio de 1968.
Las protestas fueron la muestra de la inconformidad estudiantil por la represión al mundo imaginario que había por parte del gobierno, poco a poco esta protesta que empezó por ser meramente estudiantil se volvió de todo un país cuando las mujeres también se unieron para pedir por sus derechos, los obreros por una digna remuneración de su trabajo. Los estudiantes mediante barricadas y graffitis mostraron su inconformidad y su deseo por el cambio de un mundo donde el aburrimiento era el modo de vida, ellos querían una Francia mas activa, mas imaginativa.
“Il est interdit d'interdire.(Prohibido prohibir)” “L'ennui est contre-révolutionnaire. (El aburrimiento es contrarrevolucionario)”.
Mayo del 68 supuso un cambio en las formas organizativas, ya que se estructuró en función a las acciones, rompiendo con las jerarquías que reinaban también en los movimientos de izquierdas. A partir de ese momento, las asambleas se convirtieron en el motor de estas organizaciones, y los delegados, en portavoces de las decisiones mayoritarias.
Los partidos comunistas occidentales se volvieron mucho más crítica con los modelos económicos y políticos del capitalismo occidental e incluso del socialismo de la Europa del este. A pesar de ello, algunos sectores sociales comprometidos en los movimientos de mayo del 68 mostraron sus recelos respecto a los partidos comunistas occidentales. Además se creo la “nueva izquierda” la cual acepto mas el marco democrático y la revolución científico-técnica ya que los partidos antiguos comenzaron a separarse mucho mas de la izquierda rusa que en ese momento se encontraba perdiendo poder por la guerra fría.
El movimiento de mayo del 68 no duraron mucho y no provocó cambios realmente decisivos en la sociedad francesa pero La Universidad sí cambió los estudiantes y el profesorado liberales se adueñaron prácticamente de ella, pero luego fueron perdiendo ese poder poco a poco. En las fábricas, los trabajadores obtuvieron ciertas mejoras saláriales y de condiciones de trabajo, y los sindicatos, un aumento de su influencia. El Estado mejoró las prestaciones sociales, en la vía del tan mentado Estado de bienestar. Pero no olvidemos que todas esas mejoras, lo mismo que los cambios que se fueron produciendo en las costumbres -en el estilo de vida, en la familia, en las relaciones de pareja, en las formas de ocio, etc.- coincidían con lo que pudiéramos llamar la evolución natural de la realidad: en otros países de la Europa occidental no hubo una revuelta tan llamativa, y sin embargo avanzaron en dirección muy semejante.

las faldas se toman el centro de la ciudad

“¡Aja cuadro! ¿Cual es la vaina acá? por que tanta vieja” preguntaba Ariel, uno de los tantos comerciantes informales sorprendidos de la zona, al ver como un ejercito de faldas, pantalones ajustados y camisas escotadas se tomaron el centro de la ciudad, para lo que ellas mismas llamaron era una “campaña de cultura ciudadana: las mujeres ponemos el ejemplo”.

El enmarañado camino repleto de comerciantes, transeúntes y comida, desde la calle 37 con carrera 41 hasta llegar al paseo Bolívar, hacían algo incomodo este tramo del viaje pero esto no pareció perturbar a más de una mujer que bajaba, entre brincos y empujones, para cumplir la cita.

Mientras mas se acercaban las mujeres, mas empezaban a sentir la fiesta, en cambio los hombres que poco a poco se aproximaban sólo podían ingresar si a los cuatro vientos y con sentimiento, como si estuviesen entonando un vallenato de los Zuleta o de Diomedez Díaz, admitían “Por Ella es que estoy aquí”.

Dos horas en las cuales la caminata fue la mejor aliada para reconocer la zona y ver que ofrecía Barranqui-Ella, nos regalo un espectáculo de música y baile, en el cual una hermosa bolerista interpretando magnificas canciones mantuvo a mas de una y uno que otro hombre pegado a la tarima ELLA, el espectáculo brindado por Verónica Vanegas fue majestuoso, mas de una improvisada pareja se le median a bailar al ritmo de la música en el pavimento.

Después de mucho caminar el mismo trecho en busca de caras reconocidas, con algunos aciertos y en busca de comida sólo la cafetería del Centro Comercial Colombia, donde muy pocas personas comían y muchas bebían cerveza, parecía ser la salvación de los hambrientos ya que de aquel festival gastronómico tan comercializado ya escasamente quedaban papas.

Una apetitosa hamburguesa asada al carbón y con queso fundido era el mejor salvavidas del momento, esperando en un ambiente “armonizado” por una mezcla tan colombiana de reggetton, vallenato y merengue, se convierte en el lugar mas propicio para que los visitantes entre cerveza y cerveza departan de tan memorable evento.

La comida se acerca y el estomago emite sonidos como si estuviera viendo lo que se dirigía hacia el. A mitad de la comida y aparecida de entre un enjambre de carpitas anárquicamente organizadas se acerca de mesa en mesa una mujer vendiendo tarjetas con mensajes de amor y cariño pidiendo cualquier colaboración.

La mujer a sabiendas de que si la ven en estos menesteres podía ser sacada del lugar se acerca sigilosamente a ofrecer sus credenciales pero antes de recibir la colaboración ella se agacha entre las sillas y con un bajo tono de voz dice: “el de seguridad pasó y no me vio” en ese momento una sonrisa salió de boca de los presentes y mientras ella se alejaba dirigiéndose hacia otra mesa, el percatarse que el hombre de seguridad no se encontraba por ahí, demostró inconcientemente cierta complicidad con el personaje al cual afuera le estaban haciendo homenaje.

Después de unos minutos, como por arte de magia y como si la hubiese escuchado, el guardia aparece justo en la entrada de la cafetería mientras se siguen escuchando los acordes de un vallenato y la gente sigue hablando y bebiendo.

Ella se encontraba a 3 metros del guardia de seguridad del centro comercial, un personaje vestido de pantalón negro y camisa marrón con letras amarillas en su espalda y en su gorra que dicen “seguridad” y al lado de la mesa a la cual ella estaba ofreciendo sus tarjetas hay 4 mujeres con la mesa llena de cervezas donde una de ellas tenia puesta una gorra de la policía.

La vendedora ambulante mientras ofrece sus tarjetas, se esconde detrás de una mujer que le da la espalda al guardia y después de 5 minutos el ambiente de tención y complicidad acaba, la vendedora se había marchado y el guardia no logró verla. La mujer camuflada entre dos clientes del lugar espera al menor descuido del guardia para como un ratón huir entre botellas mesas y personas, perdiéndose en el río de comerciantes por el cual llego.

De nuevo en las calles la algarabía de la gente estaba en furor el espectáculo central se acercaba y la presencia de unas de las estrellas vallentas alentaba a que la gente siguiera en el lugar, poco a poco se acerco la hora.

COMIENZA EL ACTO PRINCIPAL

El sonido de las notas marciales del himno nacional comenzaron a surcar el cielo barranquillero, el sonar de la orquesta de la fuerza naval estaba presente una fila perfectamente alineada de hombrecillos de blanco sobre un telón negro dio inicio al acto central.

Mientras los hombres de la patria hacían su presentación detrás del escenario quien puso el sabor costeño arribaba y a punta de acordeón y caja, impacientemente sus admiradoras lo aclamaron y rogaban por su pronta presentación detrás del escenario todo era zozobra, cuando llego la hora de la verdad el paseo Bolívar exploto en jubilo con las primaras tonadas del vallenatero Peter Manjares quien con un repertorio de sus mas famosas canciones dio una serenata de nunca olvidar a las presentes, “El papá de los amores” causo mas de un suspiro y a varias las dejo, literalmente, de camilla.

Pero, mientras todo esto pasaba en la tarima principal al otro extremo del lugar se encontraba una mujer con una bolsa negra en una mano y un tatuaje de esfero que decía “EDGAR” en su brazo derecho. Fiscalizando que sus hijas de no mas de 4 años recogieran latas, que muy amablemente el publico dejaba en el piso, para poder conseguir con que comer al día siguiente. Las niñas revoloteaban a pie descalzo y como dos mariposas jugando de flor en flor en busca de los pequeños tesoros de aluminio que daban a su madre como si fuera el más preciado de los obsequios.

La mujer y sus dos hijas pequeñas en un homenaje a ellas trabajan mismas trabajan para obtener el pan de cada día y después de mucho revolotear y sin ganas de asistir a su homenaje las mariposas inquietas y la madre salen del recinto.

miércoles, 21 de mayo de 2008

de noche en urgencias

Entre sus manos un vaso lleno de peto se convierte en el trago para calmar la angustia y el dolor, el ruido de la calle es la compañía de aquellos que por las absurdas leyes de nuestras nación no pueden ingresar a acompañar a su ser querido en este viaje, son cerca de las 7:00 p.m. y alrededor de unas 30 personas esperan en la acera, una puerta, los separan del frío quirúrgico de la sala de urgencias.

La calma rondaba las afueras del Hospital Metropolitano de Barranquilla, 6 mujeres en lo que parecía ser sus pijamas, una de ellas con todo su pelo recogido con la famosa toca, están sentadas junto a una ambulancia que tiene las luces encendidas, sus caras dicen lo que sus labios no son capaces, el dolor y la incertidumbre de una emergencia que las tomo dormidas.

De un momento a otro el bullicio de la sirena hace su aparición, los destellos rojos y blancos pintan las paredes y el letrero de urgencias, al llegar y como si fuera la recreación de un mal chiste, un jeep azul de placas GPE 998 se encontraba parqueado en el lugar que le correspondía al auto de las emergencias. Sin tiempo que perder la ambulancia apaga su motor, y por la puerta trasera sale la figura de una deshidratada mujer quien con sus únicas fuerzas entre sus manos lleva la bolsita transparente de suero que le han dado.

Los minutos pasan, el salir y entrar de sillas de ruedas se puede comparar con un baile que lleva semanas de práctica, entra paciente, sale paciente. Cerca de las 7:30 y después de varios taxis con enfermos decidimos entrar, fue aquí cuando empezamos a padecer lo que tiene que pasar casi todo colombiano para entrar a una sala de urgencias en nuestro país.

“aja y cual es el problema acaso me voy a robar algo, que me puedo robar yo de un hospital” expresa una mujer cuando el paramédico que esta regulando la entrada le preguntaba hacia donde se dirigía, quien con su tablita verde y un esfero como únicos aliados se defiende de las insinuaciones y ataques de aquellos que esperan ingresar para ver a sus familiares.

En este vaivén sale una camilla vacía para una ambulancia, mientras que con un caminado al mejor estilo de cantinflas ingresa un señor quien a duras penas puede sostenerse, acompañado por su hijo adolescente tratando de ayudar a su padre para no caer, cosa que casi no logra al llegar justo en frente de la primera puerta que casi se desarma cuando el enfermo se apoya en ella.


A las 7:45 ingresa un joven con su brazo derecho inmovilizado improvisadamente con una tira brillante, por su gesto no parecía dolerle mucho, mas bien la tranquilidad inundaban el aura del joven. 15 minutos después llega una ambulancia del hospital pediátrico de Barranquilla. mientras tanto en ese momento hay 9 personas en la puerta empujándose una a otra para poder entrar. De la ambulancia sale una silla de ruedas que trae a Daniela Rincón de aproximadamente 11 años, quien es levantada por los enfermeros sobre la acera en vez de hacer mover un poco mas la ambulancia que se encuentra obstruyendo toda la rampa que dirige hacia la puerta para poder rodar la silla hasta la entrada.

Detrás de la silla de ruedas de Daniela se amontona la gente y el número de personas en la entrada aumenta a 15. En ese momento se genera un tumulto de gente, comenzando a aturdir al paramédico que se encuentra en la puerta, a quien hace 10 minutos le dieron la orden de no dejar entrar a personas que no se vallan a quedar con los pacientes. “señora si fuera por mi dejaría la puerta abierta y me iría para mi casa” dice el joven.

Después de la entrada de Daniela salen para su casa y con gesto de agotamiento, una joven y una señora quien tiene un regalo en sus manos. Cuando las sillas de ruedas ingresan, nuevamente y de una en una se amontonan las personas detrás de la última como si esta fuera su pasaje de entrada al lugar donde se encuentran los familiares luchando por su salud.

Son las 8:15, por fin logramos entrar. Ya dentro el paisaje no cambio mucho lo único nuevo son las batas y uniformes blancos de doctores y enfermeras que intentaban multiplicarse para atender a los pacientes. Mientras el recorrido y entre gritos, que parecían sacados de la película el exorcista, la figura de aquel joven, José Caicedo, que había ingresado hace media hora por tener un dolor es su brazo nos recibía al mismo tiempo que un doctor alto, blanco, calvo y barrigón con cara de muerto decía “vea señora yo no trabajo aquí, yo vengo cuando me llaman.”

8:40 p.m.: “¡ay! me duele ¡aaaaaaaaaay!” gritaba José mientras un doctor vestido completamente de negro lo examina y tomaba con fuerza su codo. “no tiene fractura, el dolor es por el golpe, debe mantener el brazo inmovilizado” le dice el médico a la madre de José después de haber analizado la radiografía y le ordena a una enfermera que le coloque una ampolleta para el dolor.

Sigue pasando el tiempo, una tensa calma se siente en el lugar, el chillar de las ruedas de una camilla toma el ambiente las dos grandes puertas de madera que dividen la sala de espera y urgencia se abren de par en par, entran dos corpulentos hombres con sus pantalones verdes radioactivos, que servirían muy bien como chalecos reflectivos, y dejan una camilla junto a la pared y en ella a una mujer de alrededor de 60 años, luego traen otra camilla para que por sus propios medios ella se pase. La mujer con sus raquíticos brazos y corajudo corazón pasa de camilla sin antes asustar a más de uno al moverse una de estas aun cuando dos enfermeros las sostienen. Después de tan valeroso acto los hombres la llevaron a observación.

Después de la esforzada sesentera regresa la calma y a las 10:10 minutos se rompe cuando ingresan otra vez corriendo, paramédicos y enfermeros del hospital pediátrico con una camilla gigante en comparación con el tamaño del bebe que iba en ella, bebe del cual salen muchos tubos y es dirigido a un pasillo. En los segundos en los cuales entra esa última camilla, parece haberse prolongado el tiempo en el cual las dendritas de lo presentes comenzaron a hacer sinapsis y a estremecer los cuerpos en un nuevo parcial silencio aun mas tenso que los anteriores que parece haber estremecido a quienes presenciamos y vimos el estado de ese pequeño cuerpo.


5 minutos después entra caminando una mujer de 50 años desesperada por un dolor desgarrador en su vientre. Al verla en ese estado el coordinador de paramédicos Luís Heredia le acerca una silla de ruedas y la lleva hacia un consultorio mientras le dice que se tranquilice y que no se desespere.

Pasa la silla de ruedas, y una frase que podría generar más de una pelea inicia una conversación. “el medico tiene algo de perversidad, eso me dice mi hija que es psicóloga” dice Ana Barrios de 40 y pico años como ella misma dice, esta sentada en la misma silla desde las 2 de la tarde debido a que su esposo José según ella, sufrió de un paro cardíaco “¡ay! eso fue lo mas feo que me toco vivir, a mi viejo se le pusieron los ojos blancos y estaba respirando agitado”. Los ojos se le comienza a llenar de lagrimas al recordar el momento, y como tratando de sacarle un chiste a toda la situación repetía una y otra vez que al momento de salir no encontraba sus zapatos que tenia al frente.

El tiempo pasaba y la conversación continuaba mientras los doctores pasaban de un lado al otro. “hay ese doctor no a parado desde que yo llegue” afirmaba Ana señalando a un medico que en la cara se le veía la juventud pero sus palabras mostraban un recorrido inmenso, “Es que mírelo, todo el mundo lo persigue, lo halan para acá, le preguntan...pobrecito.”

10:30, Luisa Álvarez una señora de 50 años ingresa caminando encorvada con su hija a urgencias del hospital metropolitano, con un dolor en la parte inferior derecha de su abdomen. Es llevada a la sala de observación pero su camilla se ve desde el pasillo. Después de 20 minutos de espera durante los cuales se retorcía cada 5 minutos por el dolor que no le permitía quedarse boca arriba o boca abajo, se le acerca un doctor vestido de camisa color amarillo pálido y pantalón marrón a examinarla, ella esta de medio lado y el médico le pregunta donde le duele ella le señala y el presiona suavemente en el lugar con la yema de sus dedos y como un trampolín, su abdomen devuelve los dedos del doctor quien repite el procedimiento un par de veces mas, El doctor entredice “síndrome de blumberg positivo” y luego le manda a hacer un hemograma después de lo cual se dirige a la hija y le dice ” esperemos los resultados y si los leucocitos están por encima de 10.000 hay que operarla.

Después de 30 minutos en los cuales ya ni entraban ni salían sillas de ruedas llegan los resultados y el doctor se demora 10 minutos más para revisarlos. La cara del médico no parece emitir ningún tipo de diagnostico, sus ojos se mueven de lado a lado en el papel y la hija con una desesperación disimulada le dice sin el haberle preguntado. “doctor ella es hipertensa y diabética”. El doctor se queda en silencio y luego le dice que no se preocupe, que la iban a dejar un momento mas en observación mientras preparaban todo y llegaba le anestesiólogo. “ella tiene apendicitis aguda” dice el doctor.

Son las 12 y ya las tripas piden comida, después de tanto grito, ruego y sangre es mejor salir y emprender la retirada, un chuzo de fritos el mejor restaurante una papa rellena y una gaseosa el manjar nocturno de una sublime jornada.

domingo, 18 de mayo de 2008

X-POLITICA

Para-politica.
Yidis-politica.
Farc-politica...

Cuando sera que en este pueblo del sagrado corazón la politica sera del pueblo y no de unas minorias que se lo toman por la fuerza, la violencia, la corrupcion, el trafico de influencias,el clientelismo y la maldita burocracia que nos tiene en la cohina inmunda.
Quiero ver que el pueblo sea del pueblo, que el poder sea de las mayorias, que vivamos en una pueblo-politica...en una verdadera demos-kratos.
Espero no estar muerto para cuando ese dia llegue.

© 2006 EL DECAMERÓN | Plantilla por Plantishas para Blogger
No part of the content or the blog may be reproduced without permission.